esto ya se siente
como un cuento de nunca empezar
y tú sin imaginar que me quedé
repartido a lo largo
del tiempo de ti,
en cada paso de tus días
con mi tinta que no escribe
en tus labios de amaneceres perfectos
con mi risa solitaria oxidándose
en tus silencios de mediosdías rendidos
mis brazos -que ya no se si son tercos o aprensivos-
ciñendo sólo ya la tarde de tu magia inesperada
y mi dolor de sol reflejándose en tus secretos en desuso
pero quien diría que la oscuridad que llevo dentro
si esa que no duda
ose asomarse a tu ventana de noches entreabiertas
y a latidos subversivos te encuentre
te encuentre
la inminencia de tu cuerpo descubierto de letras
esa tu contundencia de mujer
y la intensidad que guarda
el no saberse lucecita de mis años
y que entonces te avives y pase lo que tiene que pasar
que lo cierto es que lo más cierto no puede ser
miércoles, 5 de septiembre de 2012
Suscribirse a:
Entradas (Atom)